Con este paradójico título comienza Viktor Frankl uno de los sub-capítulos de su entrañable libro El hombre en busca de sentido: memorias y reflexiones a partir de sus vivencias en los campos de concentración nazis, donde trascurrieron cuatro años de vida.
El aislamiento social está significando un descenso a modos de existencia lentos, quietos, solitarios, inimaginables apenas semanas antes.