La ONU teme que la recesión económica genere un aumento del consumo de drogas en todo el mundo. Por lo demás, los traficantes de estupefacientes son muy creativos para hallar otras formas de transportar su mercancía.
Con más de 250.000 personas infectadas y casi 8.000 muertes debido al COVID-19, Perú está en tercer lugar entre los países más afectados de América Latina. El peligro es mayor para los refugiados venezolanos.