Se llama V, tal vez en alusión al virus: todas las letras se refieren a la pandemia.
Soñé que no podía leer tus mensajes: nuestra conversación en WhatsApp se había llenado de caracteres chinos.
Diez personas formaban una fila en la entrada del supermercado: el acceso estaba regulado por un chino fumando con un barbijo negro al cuello.
Tal vez en un intento por acoplarse al por estos días tan popular género de los videos de balcón, minutos después de que el presidente Alberto Fernández decretara la cuarentena, mi vecino más cercano puso a todo volumen el himno nacional argentino.