A los 29 minutos murió la curiosidad. Erling Braut Haaland se dirigió a una esquina tras conseguir un gol de entrenamiento.
No he conocido ciudad que idolatre tanto al aguacate como Medellín. Los vendedores ambulantes lo saben.
No odio a los fanáticos. Pero cuando trabajas en la fuente deportiva, lo que menos deseas es encontrarte con alguien que rete tus conocimientos con preguntas sobre récords y marcas. Menos aún a los que viven haciendo rankings: ¿Messi o Cristiano? ¿Yanquis…
¿Qué pasaría si el día de mañana no hubiera ninguna competencia deportiva en el mundo?