No hay nadie. Me asomo a la ventana y puedo contar los ladrillos y las piedras de la calle. Todo es húmedo como una calle de Kafka. Y la belleza de lo antiguo se recorta contra la luz lechosa de algo inmensamente…
El lunes 9, antes de que el ministro de sanidad y la presidenta de la Comunidad de Madrid ofrecieran su rueda de prensa, los supermercados comenzaban a abarrotarse para experimentar lo que los venezolanos llamamos “compras nerviosas”.
La lluvia se ha ido como vino: con vientos helados. Las calles reflejan los anuncios y los perfiles arquitectónicos bajo la luz del mediodía.
Hasta la mañana de este martes, en Madrid se habían reportado alrededor de 32 casos del coronavirus, mientras que en toda España hay 115.