Cuando el gobierno de la India anunció, con cuatro horas de antelación, un confinamiento a nivel nacional de tres semanas de duración para frenar la propagación del coronavirus, millones de los ciudadanos más pobres del país se vieron frente al riesgo de…
La pandemia de COVID-19 es una conmoción inédita, de duración incierta y consecuencias catastróficas que podría convertirse en uno de los episodios más trágicos de la historia de América Latina y el Caribe.
Los gobiernos en todo el mundo están implementando políticas monetarias y fiscales extremadamente expansivas para combatir las secuelas económicas de la pandemia de la COVID-19. Pero esa largueza es adecuada para una depresión de la vieja escuela, no para esta crisis por…
Los formuladores de políticas tampoco tienen experiencia en diseñar una recuperación sin problemas después de un choque de esta magnitud.
Hacer frente a una pandemia es una prueba agotadora incluso para las economías más avanzadas.
Las crisis vienen en dos variantes: aquellas para las que no podíamos estar preparados, porque nadie las había anticipado, y aquellas para las que deberíamos haber estado preparados, porque en verdad eran esperables.
Con cada día que pasa, la crisis financiera global de 2008 se va pareciendo cada vez más a un mero ensayo para la catástrofe económica actual.
A medida que los gobiernos introducen reglas de distanciamiento social de distintos grados de rigurosidad para combatir la pandemia del COVID-19, es probable que el tema de cuánto deberían prolongarse genere un intenso debate.
El coronavirus tiene la economía global inmovilizada. Igual que muchos amigos y colegas en China, yo también he estado en cuarentena, junto con el resto de Italia. Ahora, muchos de mis conciudadanos en Estados Unidos se encuentran en la misma situación; y…
La sacudida que le está pegando el COVID-19 a la economía global ha sido más rápida y más severa que la crisis financiera global (CFG) de 2008 y hasta la Gran Depresión.